A pesar de los prejuicios que los han perseguido durante muchos años, los vinos rosados están cada vez más de moda. Han crecido poco a poco en el mercado hasta convertirse en una apuesta perfecta para reuniones en días de calor y buen tiempo. Con la llegada del verano, estos vinos rosados se convierten en la opción adecuada gracias a su ligereza y su toque afrutado.
Dentro de este tipo de vinos nuestra recomendación es el RAVENTÓS I BLANC DE NIT 2020.
Elaborado por Raventós i Blanc, este espumoso reúne toda la elegancia y exquisitez de un cava blanco con el poder de seducción de un rosado. A cada sorbo se siente el carácter de la región, la austeridad y la franqueza de un paladar seco y mediterráneo.
Es un cava seco deliciosamente perfumado, con aromas anisados, de hinojo y pétalos de rosas, típicamente mediterráneo, con un apunte ligeramente amargo, debido probablemente a las pieles de monastrell, y un toque de salinidad.
¿Con que combinarlo?
Una característica de estos vinos es la versatilidad que tienen para encontrar compañero de mesa. Gracias a su suavidad pueden combinarse con todo tipo de platos, desde los más ligeros a opciones más grasas.
Como ya hemos dicho, uno de los platos que mejor le sientan a este vino son las ensaladas. Para que combinen perfectamente, es mejor buscar un rosado con un toque seco que se complemente con la frescura de la ensalada.
Otro plato que combina a la perfección con este tipo de vinos es la pasta. Es uno de los maridajes más famosos y populares. En este caso hay que escoger el rosado dependiendo de la salsa con la que se acompaña la pasta. Por ejemplo, si la salsa tiene algún matiz dulce, como pude ser la cebolla caramelizada, lo más adecuado es una opción afrutada.
Un plato estrella del verano y que queda perfecto con este vino es la paella, en concreto para una paella mixta.